Luego de las elecciones, las encuestas desde nuestra posición cobran un nuevo sentido. Primero porque consideramos que estas si representaron a la opinión pública ya que obtuvieron valores aproximados, Esto no quiere decir que las mismas no han sido sobrevaloradas, al contrario los medios hicieron un uso exesivo de las encuestas. La convirtieron en una herramienta mediática, especularon con los posibles resultados y insitaban al voto, tanto a la opocisión o lo interpretaban como fuerza popular. Comprobamos que esto no es así. La crisis de la representación en la que está envuelta la ciudadanía surgió como una consecuencia, en parte, de la creciente mediatización política que lleva a el "futuro representante del pueblo" a una personalización absoluta. Los candidatos, es decir su imagen es lo que se vende en los medios y deja afuera la imaportancia de sus desiciones y cómo conducirá el país. Los electores votaron a la persona y se olvidaron de exigir propuestas ya que ninguno de los candidatos las presentó y el ciudadano sólo se interesó por la figura mediática y su estética.
Los jóvenes (como los podemos ver en el video anexo en este Blog) presentan un carente interés y una fuerte apatía política que hace que presisamente se pierda esta representación de la que hablabamos y el próximo presidente asuma con poca legitimidad ya que no tuvo ni siquiera el apoyo de la mitad de la población.
Volviendo a tema encuestas en relación con los medios, creemos en su verdad pero lo que falla es la forma en que son interprtadas. Son ambiguas porque pueden llevar a una doble interpretación. Algunos medios consideraban que favorecía a la oposición mientras que otros creían que sumaba puntos a favor del oficialismo. Por lo tanto no podemos decir que las empresas encuestadoras, con tanta trayectoria de aciertos vayan a perder la credibilidad y el prestigio que se les ha dado tan sólo por tergiversar un resultado, que además puede ser interpretado ambiguamente. No tendría sentido una distorsión cuándo lo que influye no es los porcentajes que ellos arrojan sino la forma en que los medios la utilizan. Lo que nos queda por decir que la decisión del voto sólo la tiene el elector...